¿Es el DJI Avata 2 una buena herramienta para vídeo inmobiliario?
Si te dedicas a crear vídeos para el sector inmobiliario y estás buscando formas de aportar dinamismo, inmersión y originalidad a tus proyectos, el DJI Avata 2 es una opción muy interesante. No es un dron tradicional, como los Mini o los Air de DJI. Es un FPV (First Person View), diseñado para grabar tomas rápidas, cercanas y con una sensación de movimiento muy real, lo que puede ser ideal para enseñar casas desde una perspectiva completamente diferente.
Lo que lo hace destacar es que no solo graba desde el aire, sino que permite recorrer espacios interiores, seguir caminos, atravesar pasillos o entrar por una puerta y salir por una terraza, todo en un solo plano fluido. Esto, en vídeo inmobiliario, es una diferencia brutal si lo que buscas es crear vídeos envolventes que enganchen desde el primer segundo.
¿Qué lo hace especial frente a otros drones de DJI?
A diferencia de los drones más típicos como el Mini 4 Pro o el Air 3, el Avata 2 no está pensado para tomas estáticas o amplias desde mucha altura. Su fuerte está en el movimiento. Puedes volar muy cerca del suelo, pasar entre objetos o moverte por el interior de una casa sin renunciar a la estabilidad del vídeo. Todo esto gracias a su diseño tipo cinewhoop con protectores de hélice integrados, su control con el DJI Motion Controller y su sistema de estabilización electrónica (RockSteady y HorizonSteady).
En resumen: no es el dron que usarías para enseñar un barrio entero desde el aire, pero sí el que puede ofrecer una experiencia de visita desde dentro, casi como si el espectador caminara por la propiedad.
¿Qué tal se comporta en espacios interiores?
Es probablemente el dron más seguro del mercado para volar dentro de casas. El DJI Avata 2 está construido para eso. Tiene un cuerpo compacto, hélices protegidas y un control de vuelo muy preciso, especialmente si usas el DJI Motion 3. Esto te permite volar entre estancias, esquivar columnas o incluso subir escaleras, siempre que tengas algo de práctica.
Esto abre posibilidades que simplemente no existen con otros drones. Poder enseñar una casa desde dentro con un solo plano, sin cortes, con fluidez total, es algo que impacta muchísimo al cliente final y marca una diferencia frente a las inmobiliarias que siguen usando fotos fijas o planos generales poco trabajados.
¿Y en exteriores, también sirve?
Sí, aunque con matices. El Avata 2 es perfecto para planos exteriores a baja altura: seguir una línea de entrada, rodear una piscina, entrar por el jardín, hacer un recorrido por una terraza… No es un dron para vuelos aéreos amplios a 120 metros, pero sí para tomas más cercanas que aporten movimiento y contexto al montaje.
En mis producciones lo uso como complemento a otros drones. Por ejemplo, combino el Avata 2 con planos grabados con un Mini 4 Pro, que me da esa cobertura aérea más tradicional. Pero el Avata 2 es el que uso cuando quiero aportar carácter visual, movimiento, narrativa.
¿Es fácil de volar si no soy piloto FPV?
DJI ha trabajado mucho para que este Avata 2 sea accesible. Si no tienes experiencia en drones FPV, puedes usar el Motion Controller, que es muy intuitivo: básicamente apuntas con la mano y el dron sigue tu dirección. Además, hay modos de vuelo asistido (normal, sport y manual) para ir aprendiendo poco a poco.
Dicho esto, no es un juguete. Si vas a volar en interiores, necesitas practicar primero, y lo ideal es usar el simulador oficial (DJI Virtual Flight) antes de grabar en casas reales. Pero con algo de dedicación, es totalmente viable aprender a usarlo y obtener planos que de otra forma serían imposibles sin una producción muy costosa.
¿Cómo es la calidad de imagen?
Muy buena para el uso que le damos en vídeo inmobiliario. El sensor es de 1/1.3 pulgadas, lo que da buena respuesta en condiciones de luz natural, especialmente en interiores bien iluminados. Puedes grabar en 4K a 60 fps, o usar cámara lenta en 2.7K a 120 fps. Y lo más importante: la estabilización funciona muy bien. RockSteady 3.0 y HorizonSteady te permiten grabar planos fluidos sin tener que estabilizar después en edición.
La cámara no llega al nivel de un Air 3 o un Mavic 3 Pro, claro, pero para vídeo digital (redes sociales, YouTube, portales inmobiliarios, etc.) ofrece más que suficiente calidad y mucho más impacto visual por la narrativa del vuelo.
¿Tiene limitaciones?
Sí, y es importante tenerlas en cuenta. La batería da para unos 15-18 minutos de vuelo, por lo que es muy recomendable comprar un kit Fly More con baterías extra. No tiene sensores anticolisión omnidireccionales, así que necesitas ser muy consciente de lo que haces en vuelos interiores. Además, no sustituye a un dron tradicional si necesitas tomas panorámicas o tomas en altura.
No es tu único dron, es tu dron de planos especiales. Y cuando lo usas con cabeza, se convierte en un recurso muy valioso.
¿Recomendaría el DJI Avata 2 para un profesional de vídeo inmobiliario?
Sí, rotundamente, si ya tienes experiencia con vídeo y buscas diferenciarte. Si estás empezando y aún no has usado drones, es mejor comenzar con un Mini 3 o Mini 4 Pro, que son más automáticos y fáciles de volar. Pero si ya tienes nociones de vuelo, edición y narrativa visual, el Avata 2 te va a permitir dar un salto cualitativo en tus vídeos.
No es solo una herramienta técnica, es una herramienta creativa. Y en el sector inmobiliario, donde muchos vídeos siguen siendo planos, lentos y predecibles, ofrecer algo diferente tiene muchísimo valor.
¿Dónde puedo conseguirlo y qué necesito?
Lo ideal es comprarlo con el DJI Goggles 3 y el Motion Controller 3, en el pack Fly More que incluye varias baterías y cargador múltiple. Puedes encontrarlo fácilmente en tiendas como Amazon o la tienda oficial de DJI. También te recomendaría un estuche de transporte y protectores extra por seguridad.
¿Cómo lo uso yo en mi trabajo?
Yo soy creador de contenido especializado en real estate, y el Avata 2 ha pasado a ser parte fundamental de mi equipo cuando quiero grabar recorridos fluidos o destacar propiedades con una narrativa más cinematográfica. No lo uso en todos los proyectos, pero sí en aquellos donde el diseño arquitectónico, el entorno o el interior justifican una producción más envolvente.
Combinado con tomas a pie con gimbal, con planos aéreos de un dron tradicional y una buena postproducción, eleva el nivel visual de una producción inmobiliaria de forma brutal.