¿Cuáles son los errores más comunes al grabar propiedades en vídeo?

Llevo años grabando vídeos inmobiliarios, y si algo he aprendido es que el contenido audiovisual puede hacer que una propiedad destaque… o que pase compzletamente desapercibida. Muchas veces no es cuestión de equipo, sino de saber cómo usarlo bien y entender qué quiere ver el espectador. Por eso he recopilado aquí los errores más comunes que me he encontrado (o incluso cometido al principio), para que puedas evitarlos si estás empezando o quieres mejorar tus resultados.

Grabar sin una planificación previa

Uno de los errores más habituales es llegar a una vivienda y empezar a grabar sin tener claro qué recorrido vas a hacer, cómo se conecta cada estancia o qué historia quieres contar con el vídeo. Sin una estructura narrativa mínima, los vídeos terminan siendo una secuencia de habitaciones sin conexión, lo que hace que el espectador se pierda o se aburra.

Siempre recomiendo hacer una visita previa sin cámara, ver qué rincones tienen potencial y planificar un recorrido lógico (por ejemplo: entrada → salón → cocina → exteriores → dormitorios). Si el espacio lo permite, un plano de presentación aérea con dron también ayuda mucho a ubicar la propiedad.

Tomas demasiado rápidas o con movimientos bruscos

 

Otro error muy frecuente es usar planos en movimiento mal ejecutados: deslizamientos sin estabilización, giros bruscos con la cámara, travelling demasiado rápidos o paneos sin fluidez. Esto no solo resulta incómodo de ver, sino que desvaloriza visualmente el inmueble, incluso si es una propiedad de alto nivel.

Lo ideal es utilizar gimbals (como un DJI Osmo Pocket 3 o un gimbal para móvil) o incluso FPV si sabes manejarlo, pero siempre priorizando la estabilidad y lentitud. Un buen vídeo inmobiliario tiene que respirar, dar tiempo a contemplar, mostrar volúmenes y no marear al espectador.

Ignorar la iluminación

 

La luz natural es tu mejor aliada… si sabes controlarla. Muchos vídeos inmobiliarios se graban en momentos del día donde hay exceso de contraluz, lo que provoca que el interior quede oscuro y el exterior quemado. También es habitual grabar sin encender luces interiores, lo que da un aspecto triste o poco acogedor.

Una buena práctica es grabar durante las horas doradas (mañana temprano o atardecer), encender luces cálidas para generar sensación de hogar, y evitar reflejos de ventanas en los espejos o en las pantallas. Si puedes, lleva un pequeño LED de relleno que suavice sombras en zonas poco iluminadas.

Música o edición sin intención

 

He visto muchísimos vídeos donde se elige una música genérica de fondo, sin ritmo, sin conexión con la propiedad, o incluso peor: donde la música no está sincronizada con los cortes del vídeo. Esto genera una experiencia aburrida o amateur.

No se trata de hacer videoclips, pero sí de que el ritmo de la edición acompañe a la música, que los planos duren lo justo (ni demasiado breves, ni eternos) y que haya una coherencia estética. Hay bancos de música sin copyright excelentes (como Artlist o Epidemic Sound), y editar con intención cambia completamente la percepción del vídeo.

No mostrar lo importante… o mostrar demasiado

 

Otro error común es no enseñar lo que realmente vende la propiedad. He visto vídeos donde se dedican 20 segundos a un baño común y solo 4 segundos al salón principal o al jardín. O lo contrario: vídeos donde enseñan todos los pasillos, armarios y enchufes como si el objetivo fuera documentarlo todo sin ningún criterio.

Aquí es clave pensar como el comprador, y destacar los espacios que despiertan interés emocional: luz natural, amplitud, vistas, terraza, cocina abierta, altura, detalles arquitectónicos, etc. Y si la propiedad tiene defectos (paredes vacías, habitaciones pequeñas), puedes elegir mostrarlos con planos neutros y sin insistir.

No usar planos exteriores o dron

 

Si el entorno acompaña, los planos exteriores son fundamentales para contextualizar la vivienda. Sin embargo, muchos vídeos prescinden del dron por miedo, falta de equipo o permisos, perdiendo así la oportunidad de dar una primera impresión impactante.

Un simple plano cenital, o un travelling hacia la fachada, ya marca la diferencia. El DJI Mini 4 Pro o el Mavic 4 Pro son ideales para esto, dependiendo del presupuesto y experiencia. Incluso el Avata 2 puede ofrecer tomas dinámicas en espacios exteriores o grandes interiores como lofts o villas.

No adaptar el formato para redes sociales

 

Cada vez más inmobiliarias y creadores necesitan contenido para Reels, TikTok o Shorts, pero muchos graban todo en horizontal y luego simplemente recortan para adaptarlo. Esto corta elementos clave y empobrece el resultado. Si vas a reutilizar los vídeos, graba también planos en vertical o usa cámaras como la DJI Osmo Pocket 3 o el nuevo mando RC Pro 2, que permiten grabar directamente en ese formato.

Grabar vídeos inmobiliarios va mucho más allá de tener una buena cámara. Es una cuestión de intención, narrativa, ritmo y sensibilidad visual. Evitar estos errores es un paso clave para ofrecer contenido profesional, mejorar tu reputación como creador y realmente ayudar a vender propiedades.

Si estás empezando, lo importante no es tener el mejor equipo, sino entender qué busca tu audiencia y cómo puedes transmitirlo con claridad. Y si ya llevas tiempo grabando, revisar estos aspectos te puede ayudar a refinar tu estilo.